Cobrar por un trabajo arquitectónico no es solo ponerle un número a un plano. Es entender lo que vale tu tiempo, tu experiencia y la responsabilidad que asumís cada vez que firmás un proyecto.
En Paraguay, muchos profesionales —sobre todo los que recién empiezan— caen en errores que terminan afectando su rentabilidad, su imagen y hasta sus ganas de seguir en el rubro. La buena noticia es que todos estos errores se pueden evitar con un poco de organización y conciencia profesional.
Acá te contamos los cinco más comunes (y cómo no volver a cometerlos).
1. No firmar contrato
Trabajar sin contrato es como construir sin cimientos: tarde o temprano, todo se tambalea.
Pasa mucho: te contactan, hay buena onda, “nos entendemos”, empezás a trabajar... y cuando llega el momento de cobrar o definir un cambio, todo se complica. El cliente dice una cosa, vos otra, y no hay documento que respalde a nadie.
Un contrato, aunque sea básico, te protege y te da claridad: define el alcance, los plazos, los honorarios, los derechos de autor y qué pasa si el cliente cambia de idea. Además, transmite profesionalismo.
💬 Consejo: tené una plantilla de contrato tipo y adaptala según el proyecto. No hace falta que sea de 10 páginas; basta con que cubra los puntos esenciales.
2. No cobrar por revisiones
Una frase que todos escuchamos:
“Son solo unos pequeños cambios...”
Y esos “pequeños cambios” se convierten en días de trabajo extra.
Si no tenés una cláusula que establezca límites y costos adicionales por modificaciones fuera del alcance original, terminás trabajando gratis.
No se trata de ser inflexible ni de cortar la relación con el cliente, sino de dejar las reglas claras desde el principio. Tu tiempo tiene valor. Cada ajuste, render nuevo o reunión extra cuesta horas, y esas horas son parte de tu servicio.
💬 Consejo: en cada presupuesto, incluí una línea que diga cuántas rondas de revisión están incluidas y cuánto cuesta una adicional.
3. Cobrar demasiado bajo “para entrar al mercado”
Este es probablemente el error más común —y el más peligroso.
Muchos colegas empiezan cobrando poco “para hacerse conocidos” o “para ganar experiencia”. Pero lo que logran, en realidad, es acostumbrar al mercado a pagar menos.
Cobrar por debajo del valor real te deja sin margen, te quema y devalúa la profesión. Y, peor aún, atrae a los clientes equivocados: los que solo buscan lo más barato, no calidad.
💬 Consejo: calculá tus honorarios en base a la Ley 1012/83 y a los costos reales de tu tiempo y recursos. Quien valora tu trabajo no va a huir por un precio justo; al contrario, lo va a respetar más.
4. No estimar bien los tiempos
Otro clásico: pensás que el proyecto te va a llevar dos semanas… y tres meses después seguís ajustando detalles.
La mayoría de los arquitectos subestima el tiempo total que implica un encargo. No solo diseñás: también respondés mensajes, preparás presentaciones, hacés trámites, coordinás con ingenieros, imprimís planos, revisás en obra…
Si no lo contemplás en tu presupuesto, al final tu hora de trabajo termina valiendo centavos.
💬 Consejo: hacé una estimación honesta de todas las etapas y multiplicá por un factor de seguridad (por ejemplo, 1.3x). Siempre lleva más tiempo del que pensás.
5. No incluir impuestos ni gastos operativos
Muchos presupuestos se hacen “a ojo” sin considerar IVA, facturación, transporte, software, licencias, impresiones o mantenimiento de equipos. Cuando llega el momento de pagar impuestos o renovar herramientas, el margen desaparece.
El resultado: trabajás mucho, cobrás poco y tu estudio nunca despega.
💬 Consejo: incorporá un margen del 15–25% para cubrir gastos fijos y variables. Tus honorarios deben reflejar el costo real de ejercer la profesión, no solo el diseño del proyecto.
Conclusión: tu trabajo vale (y hay que cobrarlo como tal)
Cobrar bien no es una cuestión de ego, sino de respeto. Hacia vos, hacia tus colegas y hacia el oficio que tanto te costó aprender.
Un arquitecto que cobra lo justo puede trabajar mejor, entregar más calidad y construir relaciones sanas con sus clientes. Uno que cobra por debajo del mínimo, tarde o temprano, se agota.
💡 En ArquiFee.py queremos ayudarte a evitar estos errores. Usá nuestras herramientas para tener una base sólida y justa para tus presupuestos.