En Paraguay es muy común que una casa, una ampliación o incluso un negocio se haya construido sin haber tramitado los permisos municipales en su momento. A veces fue por desconocimiento, otras por apuro, o simplemente porque “todos hacían así”. Pero con el tiempo, llega el momento en que hay que poner todo en regla. Ahí entra en juego la regularización de planos.

¿Qué significa “regularizar planos”?

Regularizar un plano (también conocido como declarar obras existentes) significa legalizar ante la municipalidad lo que ya está construido. En otras palabras: se levantan los planos actuales del inmueble, se presentan oficialmente y se paga lo que corresponda para que la edificación quede reconocida como legal y registrada.

No es solo un trámite técnico: es un paso hacia la seguridad jurídica y la tranquilidad.

¿Por qué vale la pena hacerlo?

Más allá de evitar multas, regularizar trae muchos beneficios reales:

💰 Agrega valor a tu propiedad

Una vivienda o local con toda la documentación en regla vale más. Facilita la venta, el alquiler, una hipoteca o incluso un traspaso familiar. Los bancos y escribanías valoran que todo esté legalizado.

📜 Te da respaldo legal

La regularización protege tus derechos como propietario. Asegura que lo que construiste esté reconocido oficialmente y evita reclamos o problemas ante inspecciones o futuras sucesiones.

🔌 Acceso a servicios y créditos

Algunas empresas o entidades financieras piden planos aprobados para instalar servicios, ampliar conexiones o aprobar préstamos.

🚫 Evitás problemas más adelante

Regularizar ahora puede evitarte dolores de cabeza después: sanciones municipales, trabas al vender o heredar, o incluso demoras en obras futuras.

¿Cómo es el proceso?

El procedimiento puede variar un poco según el municipio, pero en general sigue estos pasos:

Levantamiento del plano actual: Un arquitecto matriculado visita la propiedad, mide y dibuja la construcción existente.
Revisión y preparación de documentos: Se actualiza el plano conforme a las normas vigentes y se prepara el expediente técnico con los formularios requeridos.
Presentación ante la municipalidad: El profesional presenta los documentos para su revisión y aprobación. En algunos casos puede haber una multa por haber construido sin permiso previo.
Pago de tasas y derechos municipales: Dependiendo del tamaño y tipo de construcción, se abonan los costos administrativos correspondientes.
Aprobación final: Una vez revisado y aceptado, el plano queda regularizado oficialmente.

¿Cuánto cuesta?

No hay un único valor, porque depende de varios factores: el municipio, la superficie construida, si hay multas pendientes, y el honorario del arquitecto que elabore y tramite la documentación.

Para orientarte, en ArquiFee.py nuestra calculadora de regularización te da una idea de los costos de honorarios y valor fiscal de la construcción, que sirven de base para el cálculo.